No lo entiendo,
por más vueltas que le doy no lo entiendo… Seré pequeño, pero no creo que la
genialidad de que alguien esté contento sea motivo de crítica y de molestia.
Sí, he dicho genialidad, porque todo está conectado, ¿o no es maravilloso tener
la capacidad de sonreír? Es de humanos, es un gesto de inteligencia, de genios,
aunque no lo creáis. (Sino sólo rebuscad en vuestra mente la imagen/foto de
Einstein, ¿te das cuenta?)
No, no lo
entiendo. Sí, hay “monstruos” que habitan entre nosotros últimamente, prima de
riesgo, rescate (o recapitalización de la banca como vos prefiráis), desempleo,
etc etc etc. Y no voy a entrar en el tema de buscar los culpables de haberlos
creado. Sólo sé que hay linternas que nos alumbran cada día para combatir esta oscuridad. Rafa
Nadal ha ganado su séptimo Roland Garros, la selección española de fútbol ha
conseguido su tercer título consecutivo, descubren la partícula que podría ser
el Bosón de Higgs (“la partícula de Dios”), continúa el record de donaciones en
España. Y por supuesto, están esos logros y alegrías personales, que valen
tanto o más que el resto.
Estamos a oscuras
y podemos estar alegres. Es la mejor forma de pasar la noche, a menos hasta que
aparezca la luz…
Mientras, os ayudo a encender vuestras linternas.
Mañana es tarde pa'vivir, si se quiere se puede.