jueves, 26 de diciembre de 2013

Querida Jinetina:

A estas alturas ya tendrás el equipaje hecho. Me pregunto qué has podido meter en las tres maletas, con la de cosas que has ido recopilando todos estos años: ropa, calzado, aseo, libros, apuntes, recuerdos...

Hay otra más. Otra que sólo tú y los más allegados podemos ver. En ella has guardado los cafés que has tomado por la tarde con tu madre con alguna telenovela de fondo, los momentos del viernes por la noche en torno al televisor viendo el programa de los millonarios en los barrios pobres, los juegos en tu habitación con tus sobrinas y las comidas del día de reyes con toda la familia al completo.
Te llevas la sonrisa de Macaco en Badajoz, las manos abiertas y los ojos cerrados del Desván del Duende, las versiones de Malahe en las noches más frías, la última sesión de cine de las Trece Rosas, las voces de La Voz Dormida y miles de ritmos y letras carnavaleros.
Van contigo también el estruendo de la cacerola indignada en alguna manifestación y la sonrisa de tantos niños a los que has ilusionado en algún momento de sus vidas. Están, además, las velas sopladas de tus futuros 52 años, los gritos en el coche de Rosa, algún chapuzón en la fuente de la Constitución, todas las fiestas del 2008, el amarillo limón de Monreal del campo, la chiquilla, la fiesta pagana y los caminos de noche a San Fernando, el rojo interminable en los labios, el sabor de los más divertidos mojotes más las clases improvisadas de baile a nuestro rubio. 
Te llevas mi 18 cumpleaños desde encima de la mesa pidiendo el bocadillo, un trayecto a burro y una colección de besos en la nariz.
En definitiva, te llevas una parte de todos nosotros en ella, mientras tú dejas otra aquí. 
Cuida esa maleta, como yo cuidaré de las calles de Badajoz en tu ausencia para que se sientan menos solas.
Porque no hace falta que te diga que aquí dejas a una familia que va contigo a muerte y a una gran amistad, pese a que hemos encontrado la manera de no abandonarnos mutuamente.

Así ha sido tu vida a veces. Ahora comienzas un nuevo capítulo, el de una chica valiente que cruzó el "charco" por amor con todo ese equipaje a cuestas. 
No olvides que tenemos una cita en primera fila de un concierto. Hasta entonces, te espera:

Tu burrita.